domingo, 3 de mayo de 2009

Volviendo a Pensar....

No es tan fácil acostumbrarse al otro. Y aunque haya miles de motivos para quererlo, para desear estar con él y construir algo, muchas veces es difícil. ¿Cómo hacer para comprender al otro en su complejidad y amoldarse a él, sintiéndose bien?, y sobre todo ¿cómo hacerlo sin dejarse de lado a uno mismo?
Construir una relación no es tan fácil, ni tan rápido como en los cuentos de hadas, requiere de tiempo y de compromiso de ambas partes para conversar y aportar a la edificación de un solo camino. Eso no significa que cada uno deje su camino, y ahí creo, está lo más difícil. Porque, es que no podemos pretender que la ruta que quiero para mi, sea la misma del otro, nada de eso, si es posible recorrer caminos juntos, debemos saber que hay puntos en los que no hay convergencia, porque somos diferentes y son, los reencuentros, después de esos momentos aparte los que hacen agradable el camino.
Si a él le gusta cocinar, el fútbol o mirar televisión todo el día, no significa que a mí también me guste, probablemente habrá cosas que compartamos y esas enriquecerán nuestra relación, pero las diferencias no tienen porque entorpecerlas. El problema es, que le tenemos miedo a las diferencias, y es verdad que a veces no sabemos cómo enfrentarlas, lpor lo que la lucha debe estar entonces en aprender a convivir con ellas y que éstas enriquezcan al otro.
Pero acepto que es difícil, y aunque trato de hacerlo, a veces ponen en duda hacía donde me estoy dirigiendo, y sí esto tiene sentido y razón de ser… solo espero que los momentos de duda pasen, que las diferencias realmente no entorpezcan el camino, que podamos seguir caminando un trecho más juntos, y que las malezas no cierren del todo, el camino de alguno de los dos.

Escribir para salvarme a mi misma.