viernes, 12 de octubre de 2012
Una gran biblioteca.
No me acuerdo cuando empezó. Estoy segura que empezó como una fantasia, con la idea de tener una sala llena de libros en la que pudiera dejarme perder entre las letras.
Debía tener entre 16 y 17 años el día que decidí que no me prestarían ni alquilaría los libros que me tocaba leer, los compraría para hacer mi propia biblioteca; fue después de leer ´Las desventuras del joven Werther´ de Goethe, por eso, ese libro no lo tengo.
No me acuerdo cuál fue el primer libro que compré. Un día simplemente decidi entrar a la biblioteca de mi casa y escoger los libros que más me gustaban, esos serían los primeros libros de mi gran biblioteca. Con los años me ha tocado sacar algunos de esos, y darle paso a las torres de ejemplares que he comprado.
De una fantasia paso a ser una realidad, siendo estudiante universitaria mis aficiones fueron más allá de la literatura para ingresar al mundo académico. Añadí literatura en inglés pero sobretodo en estos años nació mi pasión por los libros de literatura infantil.
Como es recurrente en esta historia no se cuando me encontré con estos mundos fantásticos llenos de ilustraciones e historia que me llegan al alma. Ahora soy una gran coleccionista de estos libros, y las compras mensuales se tienen que turnar entre literatura, libros académicos y libros infantiles. Mi biblioteca sigue creciendo.
He leido la mayoría de los libros que he comprado, pero acepto que no todos. Unos simplemente me han dejado -o yo a ellos?- libros que no he podido terminar. Otros siguen esperando el momento perfecto para ser abiertos y leidos. Realmente no me importa no haberlos leido todos, aunque espero hacerlo con la mayoría, no hay nada que me cause más satisfacción que mirar cómo crece MI biblioteca y sobretodo poder sumergirme en una librería y comprar esos libros que llaman mi atención.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribir para salvarme a mi misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario