Me siento como recién caída de un paracaidas en un lugar desconocido. No sé qué hacer, a dónde ir, a quén llamar. pareciera que no conozco a nadie, y que nadie me conoce. Aunque estoy rodeada de gente que he visto desde niña, tengo la sensación de no sentirme presente, como si flotara y observara, sin poder participar.
Me ha dado duro volver a la realidad y darme cuenta que no sé que tengo, no sé a dónde voy. El futuro incierto se acerca, y las pocas certezas que hay, hacen que no haya forma de anclar. El día pasas mientras yo deambulo por mi casa, sin mucho que hacer, la realidad virtual trata de atarme a una pantalla que solo muestra cosas que en realidad no son, tan solo son impresiones mías. Los libros me llevan a mundos lejanos en los que me pierdo, y que hacen que el viaje sea placentero, pero la vuelta a la realidad es muy dura; las cosas no pasan como en los libros.
Probablemente sea cosa de re-adaptarme a mi realidad, de proyectarme y buscar anclas más adelante, pero a veces me siento sola, siento que mi mundo, el mundo que me ha rodeado se va derrumbando, cada cual coge su camino, y no sé como continuar el mío.