lunes, 5 de julio de 2010

Cerrando el ciclo.




Quería llamarte, quería hablar pero me daba miedo quedarme en el intento, perdiéndome en tus palabras. No tuve una sensación muy agradable la última  semana, la trate de ignorar. Te sentí ir.
Es raro que poco a poco me dí cuenta que no estabas, y era difícil para mi pensar cómo perder a alguien que ni siquiera tenía. Pero aunque no éramos ni somos más que amigos, para mí era inevitable pensar que había mucho más.
Tú sabes el miedo que tenía de estar contigo, de dejarme llevar pero me diste la confianza para hacerlo, me tomaste de la mano y me llevaste en el descubrimiento de una parte de mi que no conocía. Me diste fortaleza de luchar en contra de mis tabúes y miedos, estaba dispuesta a seguir lento, con calma, disfrutando lo que trajera cada día, sorprendiéndome de la incertidumbre.
No se qué paso.  He tratado de pensar que hice que detuvo el caminar, pero es muy difícil encontrar qué fue lo que generó que de repente me soltaras de la mano y me dejaras en medio de la oscuridad sin saber qué camino tomar.
Todavía no se a dónde ir pero he decidido, a sí me pierda y de unas vueltas, seguir.

1 comentario:

Joanna dijo...

Me recuerda la sensación del poema de Bennedetti "no te salves"....cuando lo dejan a uno quieto en primera.

Escribir para salvarme a mi misma.